Cuando terminó su bachillerato, Samir Alexander Cano Salcedo no tenía muchas opciones para continuar adelante y obtener un título profesional. Su primera opción fue la de muchos jóvenes de escasos recursos, ingresar al Sena. Él lo hizo para hacer el curso de técnico en Mecánica Automotriz, lo que le brindó las primeras herramientas para insertarse al mundo laboral, trabajando en concesionarios de autos, y así poder plantearse la posibilidad de acceder a una universidad.

Su papá, un confeccionista, y su mamá, una ama de casa, no tenían el dinero suficiente para poder pagarle una carrera universitaria, pero sus deseos de salir adelante le ayudaron a no bajar los brazos y acceder a un crédito de largo plazo con el Icetex para estudiar Ingeniería Mecánica en la Universidad Autónoma del Caribe.

“Sentía que podía dar más que un simple técnico, quise salir adelante y accedí a esta prestigiosa universidad que me abrió las puertas. Además del crédito, mi esfuerzo y la dedicación de los profesores me permitieron estar dos veces en el cuadro de honor, en tercero y octavo semestre, obteniendo beca, y también trabajé con el programa de referidos del Departamento de Marketing para financiar uno de mis semestres. Ahora finalmente terminé mi carrera y la universidad me ha dado la posibilidad de vincularme como catedrático para seguir ahora con la maestría”, relata Samir, quien recibió su título profesional el pasado mes de marzo.

Ahora Samir cursa el primer semestre de la Maestría en Ingeniería Mecánica, al tiempo que dicta clases de laboratorios como catedrático en calidad de asistente graduando, una nueva modalidad que está implementando y estructurando la universidad, la cual le permite a los recién graduados más destacados y con un alto nivel académico, vincularse laboralmente a la institución para seguir con sus estudios de posgrado.

El joven ingeniero mecánico fue siempre un destacado estudiante del programa de Ingeniería Mecánica, como lo resalta su director, Armando Robledo, y el decano de la facultad, William Arnedo, quienes vieron un gran potencial en él y por eso lo apoyaron para postularlo como catedrático.

Samir presentó las pruebas Saber Pro el 22 de noviembre de 2015, cuando cursaba el décimo semestre de su carrera. Asegura que contestó con certeza cada pregunta y se tomó hasta el último minuto de la prueba, que se realiza entre las 7:30 de la mañana y las 6 de la tarde, para revisar cada pregunta.

El pasado 20 de mayo el Icfes le notificó oficialmente que hacía parte del listado de los mejores estudiantes Saber Pro del segundo período del 2015 en el grupo de referencia de Ingeniería, en las pruebas de Competencias Ciudadanas, Comunicación Escrita, Lectura Crítica, Diseño de Sistemas Mecánicos y Formulación de Proyectos de Ingeniería. De las ocho materias valoradas en estas pruebas, Samir ubicó seis en el quintil 5 (el que agrupa los puntajes más altos) y sobre el promedio nacional. Las otras dos las ubicó en el quintil 4 y por encima del promedio del país.

“Los resultados de mi esfuerzo y de la dedicación de mis profesores hacía mí me ayudaron a obtener estos resultados. Le doy gracias a Dios y a ellos que han creído en mí, y ojalá pueda seguir contando con el apoyo de esta institución que tanto amo para poder seguir escalando profesionalmente”, agregó Samir Cano al confirmar que ya radicó la solicitud ante el Icfes para obtener la condonación de su deuda por 21 millones de pesos.

“Pienso que prácticamente estudié mi carrera gratis, o sea el esfuerzo de mis estudios me están pagando mi carrera, lo que significa que vale la pena estudiar, sacrificarse un poco más para obtener mejores resultados”.

Ahora sus metas están centradas en especializarse en las ramas de la energética y el mantenimiento, convencido de que su esfuerzo le permitirá en un par de años velar por la educación profesional de su hermana menor, quien cursa noveno grado y de quien asegura es mucho más inteligente que él.